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jueves, 11 de febrero de 2010

Escrito el 15 de diciembre de 2009

Una bata de seda beige, un Marlboro rojo, pantuflas de Victoria Secret, luces graduables a medio prender o apagar según como se vea el vaso. El cello viniendo del sistema de sonido que habían instalado en la segunda planta del Pent House. Le recordaba a su amiga, la violinista. Le recordaba todos esos conciertos a los que fue, EN LOS que se perdió y LOS que se perdió. Le recordaba que después de unos años, un apartamento, un carro y comida que pagar no pudo ir más. Que le dolieron los nudillos cuando tuvo que fregar todos los días. Que se corto muchísimas veces con el cuchillo aprendiendo a picar tomates. Que se quemo con muchas ollas por no usar protección. Que Caracas huele delicioso a las 5am.Se acordó cuando entro un grillo inmenso a su cuarto y grito “MAMA” y ella no estaba. Que ese día durmió en el baño. Se acordó que tuvo que levantarse 45min mas temprano para hacerse desayuno y que tuvo que usar SU despertador. Se acordó que no tenia dinero para el taxi, llamo a su papa desde el teléfono del apartamento y se dio cuenta que tuvo que marcar 0241. Se acordó como todo parecía llenarse de polvo tan rápido y el desastre que puede haber en un hogar sino lo arreglas a menudo. Se acordó lo cara que le empezó a parecer la comida y las blusas que dejo de comprar para pagarla. Se acordó que después de eso todo valió la pena. Se acordo que él se fué (desuvida) y ella se fué a Canadá. Donde la nieve es riquísima. Y hablar ingles es lo maximo. Y que le gusta extrañar su himno nacional. Que muchas personas no te hacen olvidar a una pero que si te tienes que concentrar en entender su idioma no tienes mucho tiempo para pensar en otra cosa. Se acordó de su residencia allá. Lo lindo que es pasear a las 9 de la mañana con un café canadiense. Lo bonito que es la teoría de la anatomía en ingles (ylapracticatambien). Se acordó que algún novio canadiense le dijo “marry me”, contestó “are you out of your fucking mind?”, se fue sin ver atrás y nunca mas lo vio. Se acordó de las largas horas de viaje. Los países que recorrió. Las ciudades que recorrió… los cuerpos que recorrió.. Perdón, los pueblos que recorrió… Se acordó de la mirada de aquel otro hombre cuando le pidio que se casaran, como su vida paso como en flashbacks y se dijo, que mas quieres? Ya viviste. Dale tu vida. Y dijo que si. Acepto. Se caso, se acordó de sus dos hijos. Pequeños, con sus genes perfectos. No fueron mayor dolor de cabeza. A veces la odiaban y otras la amaban. Ella, siempre los amaba. Crecieron y venían de visita los fines de semana. Luego una que otra vez al mes, vacaciones y feriados, cada tres meses, 24 y 31… 31… y así… Se acordó que la bata beige que cargaba hubiese sido morada si su esposo se hubiese dignado a conocerla en 39 años de matrimonio. Se acordó que ahora puede comprarse productos y comida a la vez, a ella y a todas las vecinas chismosas que tiene de amigas. Se acordó el daño que le hacia el Marlboro y lo mucho que ahora odia el Belmont. Se acordo que un 15 de diciembre no queria cumplir 18 años. Que le aterraba crecer. Y supo, justo cuando las cenizas le quemaban los dedos, que le aterra recordar.



P.D. Mi “para siempre” era hasta antes de mudarme a Canada.
Al menos en mi “para siempre” teniamos un poco mas de tiempo.




A ella la llaman Vida, su madre es una puta
...y como me aterra.
Steph

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